Primera reflexión
Ha muerto, y en manos mías.
No hay nadie a quien culpar, mas que a mí mismo
Me desperté sin lluvia, ya era tarde. Por algún motivo, nada parecía diferente. Sin embargo, algo faltaba: el chillido.
Me puse a pensar en el evento del grillo. Y no es casual que me haya detenido en un insecto, porque creo que en las minucias esta la esencia de los problemas que nos aquejan. A veces una sonrisa doble, o una palabra sin sentido pueden estar mostrando esos ribetes propios que creímos haber escondido en forma eficaz.
Por eso me puse a pensar en el grillo. ¿Por que lo mate? ¿Porque tres bastonazos, y no uno solo?... si con uno bastaba para matarlo. Un insecto que siguiendo su instinto conflictuó mi existencia. ¿Que podía significar esto?
Quizá mi enfermedad estaba ya avanzada por ese entonces, y el evento del grillo fue tan solo incidental, o si se quiere, un disparador pero nunca la causa última.
Muchos años viviendo solo, sin mas palabras que las propias.
Muchas compañías que dejaban soledades y muchos reclamos para mi oreja saturada.
Esas eran causas, aunque no suficientes.
Creo que poco a poco me fui convirtiendo en esto que soy.
Y no fue a partir del grillo, sino desde antes, desde chico quizás.
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